Mariachis en Cuautitlán Izcalli
BREVE HISTORIA SOBRE EL MARIACHI
Hablar de México es hablar de gastronomía, cine, música, lugares y muchas maravillas más. Por supuesto que, cuando hablamos de gastronomía, no podemos dejar de admirar los colores y los sabores de la gran herencia de la cocina mexicana, quien no ha deleitado su paladar con una barbacóa de borrego hecha en horno de tabique rojo con una tortillas calientitas recién salidas del comal, o que tal una salsa molcajeteada con chinicuiles, un exquisito mole poblano, un pescado a la talla, un mole de olla humeante, un pozole, unos camarones a la diabla, un asado norteño, unos frijoles charros, etc.
Quien no recuerda esas imágenes icónicas del cine mexicano como el viejo y emblemático Taxco en la película Macario interpretada por el gran Ignacio López Tarso. Como no adentrarse en el papel de esa joya del cine de oro cuando recorres las calles de esa gran ciudad que sigue conservando su magia. Como no enamorarnos del Puerto de Acapulco cuando llegamos por carretera a la denominada «cima», desde donde se aprecia la hermosura de una de las bahías más impresionantes del mundo. Cómo no recordar aquella película de Pedro Infante, el inocente con su antagónica Silvia Pinal, o que tal el violetero interpretada por el inigualable Tin Tan, en la que se podía apreciar uno de los paisajes más importantes de la Capital mexicana y que a la postre sigue siendo un destino de importancia, por supuesto que nos referimos a Xochimilco.
Esos paisajes de México, su majestuosidad gastronómica y los grandes actores del cine mexicano de oro no podrían coexistir sin la música interpretada por el icónico mariachi. Cuantas películas nos retornan a los viejos caminos reales que se han convertido en grandes avenidas. Como no recordar aquellas producciones de la época dorada del cine mexicano en las que no podía faltar el Mariachi en las cantinas o en las callejuelas donde personajes como Jorge Negrete, Pedro Infante o Antonio Aguilar, le cantaron a las mujeres una composición de José Alfredo Jiménez, de Tomás Méndez o de Agustín Lara por citar ejemplos. Es memorable recordar y mantener viva esa fotografía del actor interpretando en primer plano una canción y, un grupo de músicos detrás del principal con la indumentaria del charro mexicano musicalizando la escena.
El mariachi es un representativo de la cultura mexicana y ha dado mucho de qué hablar en las diversas investigaciones antropológicas que se han hecho para determinar el origen del Mariachi. El escritor e investigador Jesús Jáuregui, ha desmembrado en su libro «El mariachi» muchas vertientes acerca del origen del mariachi. Durante muchos años se creyó que el origen de tal denominación descendía de la palabra mariage que significa matrimonio en el idioma francés. Sin embargo, con las investigaciones realizadas por Jesús Jáuregui se establece un ápice de la palabra mariachi, es decir, se puede establecer que, el origen de la palabra mariachi es solo la punta del iceberg de lo que realmente es el verdadero significado de tan importante agrupación de músicos para la cultura, no solo de México sino del mundo. Cabe señalar que el mariachi fue declarado como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, por lo que, además de ser declarado como tal, de forma unánime en Bali Indonesia. El mariachi, música de cuerdas, canto y trompeta fue la denominación de la candidatura que obtuvo tan apreciado reconocimiento. En el siguiente enlace se puede leer más acerca de dicha inscripción con la que México suma siete declaraciones inmateriales así establecidas por la UNESCO. leer más en INAH MÉXICO.
Como se puede observar, el mariachi representa parte de nuestro México. En cada rincón de nuestro país podemos encontrar un grupo de músicos que interpretan las canciones de los grandes compositores de México y el mundo. El mariachi no tiene fronteras, así, podemos encontrar un mariachi en Tapachula Chiapas como en Tijuana Baja California. En el puerto de Veracruz como en Acapulco Guerrero, es decir de extremo a extremo, de norte a sur o de oriente a poniente no puede faltar un mariachi. Pero su influencia va más allá de México. En Estados Unidos, por ejemplo, donde la población mexicana es de más de treinta millones de connacionales, no puede faltar el mariachi, de hecho, en el distrito de Boyle Heights de la ciudad de Los Ángeles se encuentra una plaza del mariachi donde se reúnen los músicos México-americanos, como en la icónica plaza Garibaldi de la Ciudad de México. Aunque, es disímil la comparación por la gran importancia que tiene la plaza Garibaldi en México es importante señalar que a lo largo del territorio mexicano se ubican avenidas o plazas que sirven como punto de reunión de los grupos de Mariachi. En Puebla, por ejemplo, a la plazuela donde se reúnen los mariachis de la zona se le denomina el alto. En Guadalajara los grupos de mariachi se juntan en la llamada plaza del mariachi, los portales y casonas de la zona del templo de San Juan de Dios de la perla tapatía, reciben a los visitantes deleitándoles con una buena torta ahogada o un trago de tequila. En Tijuana la plaza Santa Cecilia reúne a los grupos de mariachi. Así, un hombre o mujer, con el afán de llevar una serenata a su pareja sentimental, para festejar un cumpleaños, o, por el simple gusto, puede acudir a las plazas que se ubican en muchas ciudades de México y escuchar en sitio una canción o bien optar por solicitar el servicio de mariachi a domicilio.
El mariachi en el mundo. En la Ciudad de Guadalajara, la cámara de comercio de dicha ciudad desde el año 1994, lleva a cabo el Encuentro Internacional del Mariachi y la Charrería, donde se reúnen desde tal fecha, cientos de grupos de Mariachi de México y el mundo, ofreciendo recitales de música de mariachi y acudiendo a los seminarios y cursos que otorgan los maestros reconocidos de Mariachi. Cátedras que no tienen precio ya que, en dicho encuentro, se puede reconocer la presencia de personajes de gran influencia como compositores e intérpretes de la talla de Rubén Fuentes, Mariachi Vargas de Tecalitlán, Mariachi América de Don Jesús Rodríguez de Hijar, entre otros grandes y legendarios grupos como el mariachi México. Pero también es un punto de encuentro internacional donde se comparten experiencias y se acrecienta el gusto por el mariachi a través del mundo con la presencia de grupos como el reconocido Mariachi Sol de México del Maestro José Hernández y grandes grupos de la Unión Americana. Pero, si ello no es suficiente, vale la pena decir que, en todo el mundo existe un gusto por la música del mariachi, tan es así que, desde muchos países llegan a Guadalajara grupo completos de mariachis que interpretan las canciones mexicanas a su estilo, pero con el respeto por lo tradicional. No es ajeno que países como Colombia o Venezuela hayan adoptado a la música mexicana en sus reuniones por el idioma, pero, saber que en Francia o Japón cuentan con agrupaciones de mariachi, eso sí es orgullo.